“EL MITO DE SÍSIFO” DE ALBERT CAMUS – FRAGMENTO LEONADO: «EL MITO DE SÍSIFO» – 28/2/2015)
Fragmentos LeonadosEn el caso de éste, vemos solamente todo el esfuerzo de un cuerpo tenso para levantar la enorme piedra, empujarla y ayudarla a subir por una pendiente cien veces recomenzada; vemos el rostro crispado, la mejilla pegada contra la piedra, la ayuda de un hombro que recibe la masa cubierta de greda, un pie que la calza, la tensión de los brazos, la seguridad enteramente humana de dos manos llenas de tierra. Al final de este prolongado esfuerzo, medido por el espacio sin cielo y el tiempo sin profundidad, llega a la meta. Sísifo contempla entonces cómo la piedra rueda en unos instantes hacia ese mundo inferior del que habrá de volver a subirla a las cumbres. Y regresa al llano.
MÚSICA LEOÍDA: “SINFONÍA FANTÁSTICA” – HECTOR BERLIOZ (MÚSICA ESCOGIDA PARA LA PRESENTACIÓN DE “PREFERIRÍA NO HACERLO: UN GESTO DE BARTLEBY PARA NUESTRO TIEMPO” – 31/1/2015)
Música LeoídaMÚSICA LEOÍDA: “THE STARS AND STRIPES FOREVER” – JOHN PHILIP SOUSA (MÚSICA ESCOGIDA PARA LA PRESENTACIÓN DE “PREFERIRÍA NO HACERLO: UN GESTO DE BARTLEBY PARA NUESTRO TIEMPO” – 31/1/2015)
Música Leoída“PREFERIRÍA NO HACERLO” – HERMAN MELVILLE (FRAGMENTO LEONADO: “PREFERIRÍA NO HACERLO: UN GESTO DE BARTLEBY PARA NUESTRO TIEMPO” – 31/1/2015)
Fragmentos Leonados“Mis primitivas tareas de escribano de transferencias y buscador de títulos, y redactor de documentos recónditos de toda clase aumentaron considerablemente con el nombramiento de agregado a la Suprema Corte. Ahora había mucho trabajo, para el que no bastaban mis escribientes: requerí un nuevo empleado.
En contestación a mi aviso, un joven inmóvil apareció una mañana en mi oficina; la puerta estaba abierta, pues era verano. Reveo esa figura: ¡pálidamente pulcra, lamentablemente decente, incurablemente desolada! Era Bartleby.”
MÚSICA LEOÍDA: “SINFONÍA No. 9” – BEETHOVEN (MÚSICA ESCOGIDA PARA LA PRESENTACIÓN DE “PREFERIRÍA NO HACERLO: UN GESTO DE BARTLEBY PARA NUESTRO TIEMPO” – 31/1/2015)
Música Leoída– Pero el pasado es el pasado; ¿por qué moralizar en su lugar? Olvidadlo. Mirad, este sol brillante lo ha olvidado todo, y el mar azul, y el cielo azul; han vuelto páginas nuevas.
– No tienen memoria; no son humanos.
Herman Melville – «Benito Cereno«
CITÁCORA: MELVILLE – «BENITO CERENO»
Citácora«BARTLEBY: UN PERSONAJE KAFKIANO» – JORGE LUIS BORGES (FRAGMENTO ESCOGIDO: DE “PRÓLOGO AL BARTLEBY DE HERMAN MELVILLE”)
Fragmentos escogidosEn el invierno de 1851 Melville publicó «Moby Dick», la novela infinita que ha determinado su gloria. Página por página, el relato se agranda hasta usurpar el tamaño del cosmos: al principio el lector puede suponer que su tema es la vida miserable de los arponeros de ballenas; luego, que el tema es la locura del capitán Ahab, ávido de acosar y destruir la Ballena Blanca; luego, que la Ballena y Ahab y la persecución que fatiga los océanos del planeta son símbolos y espejos del Universo. Para insinuar que el libro es simbólico, Melville declara que no lo es, enfáticamente: «Que nadie considere a Moby Dick una historia monstruosa o, lo que sería peor, una atroz alegoría intolerable». La connotación habitual de la palabra alegoría parece haber ofuscado a los críticos; todos prefieren limitarse a una interpretación moral de la obra. Así, E.M. Forster (Aspects of the novel, VII): «Angostado y concretado en palabras, el tema espiritual de «Moby Dick» es, más o menos, éste: una batalla contra el Mal, prolongada excesivamente o de un modo erróneo».
“Bartleby o la fórmula” (FRAGMENTO ESCOGIDO DE “Herman Melville: Bartleby o la fórmula” – GILLES DELEUZE)
Fragmentos escogidosBartleby no es una metáfora del escritor, ni el símbolo de nada. Se trata de un texto de una violenta comicidad, y lo cómico siempre es literal. Se asemeja a las narraciones de Kleist, de Dostoievski, de Kafka o de Beckett, con las cuales forma una subterranea y brillante secuencia. No quiere decir más de lo que literalmente dice. Y lo que dice y repite es PREFERIRÍA NO HACERLO, I would prefer not to. Es la fórmula de su gloria, y todos sus lectores fascinados la repiten. Un hombre delgado y pálido ha pronunciado esta fórmula que inquieta a todo el mundo. ¿En qué consiste la literalidad de la fórmula?
Se notará ante todo un cierto manierismo, una cierta solemnidad: el uso de prefer en este sentido es raro, y ni el jefe de Bartleby, el abogado, ni los empleados lo utilizan habitualmente (Extraña palabra que yo jamás utilizo…»). La fórmula más corriente sería I had rather not. Pero, por encima de todo, la extravagancia de la fórmula supera las propias palabras: aun siendo gramatical y sintácticamente correcta, su abrupta terminación NOT TO, al dejar en lo indeterminado aquello que rechaza, le confiere un carácter radical, una especie de función – límite. Y su repetición, su insistencia, la hacen aún más insólita en su totalidad. Susurrada con una voz suave, paciente, átona, se convierte en algo imperdonable, en un aliento único e inarticulado. En este sentido, está dotada de la misma fuerza- y desempeña el mismo papel- que si se tratara de una fórmula agramatical. (…)
El Club de los Leones presenta: «Preferiría no hacerlo: un gesto de Bartleby para nuestro tiempo»
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